El sindicato espera que el Ministerio de Sanidad reconsidere su postura y plantee un texto que realmente responda a las necesidades del personal de la sanidad española para prestar una asistencia sanitaria de calidad a la ciudadanía
La medida es un acto de coherencia, tras expresar por diversos medios al nuevo ministro José Manuel Miñones y la secretaria de estado, Silvia Calzón, la preocupación de UGT por el cariz que ha tomado la negociación. La organización sindical pidió mantener una reunión para trasladarles sus propuestas sin que estos hayan dado ninguna respuesta
UGT Servicios Públicos ha abandonado la reunión del Ámbito de Negociación que se ha celebrado esta misma mañana ante la falta de expectativas que generaba la última propuesta del Ministerio de Sanidad en la reforma del Estatuto Marco. En una reunión, que el sindicato calificaba de decisiva pues se abordaba uno de los aspectos prioritarios de la reforma, la clasificación profesional del personal estatutario del Sistema Nacional de Salud y la actualización de las funciones, la propuesta del ministerio ha sido decepcionante.
Así, para el sindicato es fundamental revisar y modificar sustancialmente la clasificación profesional del personal de los centros sanitarios y no entiende la actitud del equipo ministerial, que traslada un texto confuso que no aclara como debe quedar la clasificación profesional del personal estatutario.
La clasificación vigente es anacrónica y no responde a la realidad de los profesionales de la sanidad pública para que puedan prestar una asistencia sanitaria de calidad a la ciudadanía. El sindicato recuerda que el Acuerdo Marco para una Administración del siglo XXI, suscrito por el Gobierno y UGT el pasado 19 de octubre, recoge la plena aplicación y desarrollo de la clasificación profesional que marca el artículo 76 del TREBEP, con la creación de un nuevo grupo B y la reclasificación de las TCAEs. La culminación de su Disposición Transitoria Tercera, tras 16 años de espera, posibilitará la aplicación íntegra de la clasificación del personal estatutario y su plena implantación a lo largo de este año 2023. Esta medida es fundamental para UGT, como parte firmante del acuerdo.
El Estatuto Marco para el personal estatutario debe regular la clasificación profesional del grupo C, conforme a lo dispuesto en el EBEP, integrando directa y automáticamente (a todos los efectos) a los Técnicos Superiores (sanitarios y no sanitarios) en el nuevo grupo B y a los Técnicos (TCAEs, etc.) en el subgrupo C1, ya que están en posesión de los títulos exigidos para situarse en este grupo profesional.
Tras ocho meses de negociación, no se están produciendo avances en temas de calado y prioritarios para los profesionales como la actualización de funciones, no se recogen la jornada laboral máxima de 35 horas semanales, las pagas extraordinarias completas, los días adicionales de vacaciones por antigüedad ni los concursos abiertos y permanentes; la reforma tampoco recoge avances en la jubilación parcial (trasladando además una propuesta de la exención de noches a los 60 años en vez de a los 55, que es una demanda histórica del personal, lo que causa perplejidad). Eso sí, un ministerio, que lejos de apostar por la mejora de las condiciones del personal estatutario ha apostado por endurecer el régimen disciplinario que se les aplica.
Ana Francés, secretaria del sector Salud de UGT Servicios Públicos, ha dejado claro que “el momento es ahora que estamos negociando la reforma del EM en el Ámbito de Negociación en cumplimiento del compromiso adquirido en el RD-ley 12/2022 que emana del compromiso de este gobierno con Bruselas a través del componente 18 del PRTR y que entre sus objetivos recoge “mejorar sus condiciones laborales y potenciar su formación y desarrollo profesional. Para ello se reformará la ley que regula el personal sanitario en España (Estatuto Marco)”. Un objetivo que a día de hoy tenemos lamentablemente que admitir que está muy lejos de la realidad. La reforma del EM no puede quedarse en una mera actualización, ni en un trámite de este ministerio y de este gobierno para dar cumplimento al componente 18 y quedar bien ante Europa, dejando de lado a quienes durante la crisis sanitaria estuvieron en la primera línea. El objetivo marcado solo podrá lograrse acometiendo una reforma real, cuyo resultado sea una norma que mejore sustancialmente las condiciones laborales de los trabajadores”.
UGT se ha levantado de la mesa ya que después de 20 años de vigencia de una norma desfasada, el Ministerio se mantiene reacio a acometer una reforma real y sustancial que responda a las necesidades que el sindicato considera imprescindibles para avalarla.