Posicionamiento de UGT ante la futura Ley de Educación y la convocatoria de huelga.

UGT INFORMA, 15 DE NOVIEMBRE: SOBRE LA FUTURA LEY DE EDUCACIÓN
Como ya es por todos vosotros conocido, la nueva ley que regirá el sistema educativo de la Comunidad Autónoma Vasca está a punto de ser aprobada en el parlamento. UGT IRAKASKUNTZA apuesta por un modelo de educación pública, laica, universal y gratuita, pero sin perder de vista que la principal función de un sindicato debe enfocarse a las condiciones de trabajo de todos los trabajadores, por encima de otras cuestiones.

El anteproyecto de la ley de educación del País Vasco no nos gusta. Creemos que se está perdiendo una gran oportunidad de desarrollar una norma que responda a los intereses del conjunto de la sociedad vasca, en la que todos los que de una u otra manera somos parte del sistema educativo nos veamos representados, respaldados y suficientemente valorados.
El articulado del anteproyecto genera unas expectativas en su exposición de motivos que después es incapaz de desarrollar, nos habla de cohesión social, de desarrollo económico armónico, de desarrollo personal y de valores como la convivencia, sin que el articulado sea capaz de establecer mecanismos concretos para llegar a ellos.

Es cierto que la ley se complementará con futuros decretos (53 nada menos), que dotarán de concreción al marco general terminando de cerrar la ley que el Departamento de Educación tiene en mente, pero en nuestra opinión, si este anteproyecto necesita de la posterior aprobación de 53 decretos, quizá no sea el momento de sacarlo adelante. Creemos más eficaz terminar de trabajar esos aspectos concretos y presentar un único texto claro y concreto que poder analizar.

En definitiva, se ha presentado un documento demasiado abstracto, del que en algunos casos se puede interpretar una cosa o la contraria, y que adolece, sobre todo, de medidas concretas en lo referente a las condiciones de trabajo del personal de los centros educativos. Es una oportunidad perdida para hablar de temas candentes como la jornada continua, la estabilización del personal, la carrera profesional y tantos otros.

Si finalmente la ley se aprueba, se financiará completamente la educación concertada, pero los docentes de la concertada no estarán en igualdad de condiciones con los docentes de centros públicos, ni los equipos directivos de las dos redes deberán cumplir los mismos requisitos. No se aclara qué les costará a los centros concertados pasar a formar parte del sistema financiado con fondos públicos (sin que hablemos necesariamente de cuestiones económicas), ni lo que nos costará a la ciudadanía que lo hagan (especialmente a nivel económico).

Nos cuesta encontrar quien defienda este anteproyecto de ley, hay detractores en las direcciones del sistema público, en las del concertado, entre los docentes de los dos, y en el gran olvidado de esta ley, el personal de administración y servicios y personal de atención educativa que el anteproyecto resuelve con un único artículo en el que no se concreta absolutamente nada.

Lo que se plantea es una ley ambigua, en la que en muchos aspectos cada partido político, centro educativo o ciudadano de a pie podrá tanto entrever aquello que le gustaría leer como ver reflejados sus mayores miedos. Creemos que la futura ley debe ser clara por sí misma sin necesitar de más desarrollo, y debe servir para poner en valor el trabajo que cada día realiza todo el personal de la comunidad educativa, ya que sin ellos el sistema no funcionaría.

Ahora bien, en los últimos tiempos, a cada proposición, idea o convocatoria de la administración se ha respondido desde algunos sectores con la propuesta de una convocatoria de huelga incluso en momentos previos al inicio de las negociaciones, táctica ésta que está a años luz de lo que entendemos que debe ser un proceso negociador sano.

Para UGT IRAKASKUNTZA, la huelga debe ser una herramienta para obtener un fin, las duras implicaciones económicas que tiene el hecho de ejercer ese derecho nos hacen plantearlo siempre como el último recurso cuando el resto de vías fallan. Entendemos que la huelga no puede ser un fin en sí misma, sino aquello a lo que recurres cuando todo lo demás falla, anteponiendo siempre el diálogo, la negociación, y, si es posible, el acuerdo.

AUNQUE EL ANTEPROYECTO DE LEY NOS PAREZCA A TODAS LUCES INSUFICIENTE, NO CREEMOS QUE LA RESPUESTA DEBA SER UNA CONVOCATORIA DE HUELGA; MIENTRAS NO SE CIERRE LA VÍA DEL DIÁLOGO Y LA NEGOCIACIÓN A TODOS LOS NIVELES, SEGUIREMOS INTENTANDO MEJORAR EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE LA REDACCIÓN PROPUESTA.

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