Pese al varapalo de la Audiencia Nacional el año pasado…
NUEVA TOMADURA DE PELO
CON EL CALENDARIO LABORAL
Paripé negocial a punto de finalizar el año, sin propuesta
ni documentación alguna, mientras por la vía de los hechos,
a escondidas, se cambian horarios, jornadas y turnos,
saltándose la legalidad
DE SEGUIR ASÍ, NOS VEREMOS EN LA AUDIENCIA NACIONAL
La credibilidad del presidente de la compañía, Juan Manuel Serrano, no está bajo mínimos, sino bajo cero. Tres años de incumplimientos, alegalidades e ilegalidades dan cuenta de ello. El calendario es una más.
Pese al tirón de orejas de la Audiencia Nacional el año pasado por saltarse los tiempos y las formas mandatadas por el Convenio Colectivo para la negociación del Calendario Laboral, la Dirección de RRHH (de personas, dicen ellos), a instancias de Serrano, vuelve a las andadas y, un año más, a dos meses de finalizar el año 2021, ocupado en las fantasías de proyectos megalómanos y fantasmales que justifiquen el desguace de Correos, vuelve a “olvidarse” del calendario laboral de 2022. Como en la fábula del escorpión y la rana, es su naturaleza, alérgico a la negociación y al cumplimiento de la ley, del Convenio Colectivo y Acuerdo funcionarial, porque “esto” es una reminiscencia de “lo” postal (lo caduco) y él solo está para “lo” logístico (lo moderno, según Serrano).
Pero, para su desesperación, Correos aún existe y los postalones también, y los derechos laborales siguen, aunque le pese, vigentes. El Calendario Laboral constituye una de las materias de negociación más sensibles para los trabajadores y trabajadoras, porque en él se desarrollan los criterios sobre el horario de trabajo, los días festivos, el disfrute del periodo vacacional, Navidad, Semana Santa y de los días de permiso (asuntos particulares, adicionales a las vacaciones, por antigüedad) …
Aunque el calendario no es un asunto menor que la Dirección pueda imponer de forma unilateral sin negociación (la Audiencia Nacional ya se encargó de recordárselo, como se ha dicho), es palpable que hay una clara intención de apurar la frenada y no negociar el calendario laboral de 2022, no solo por la tardanza intencionada de la convocatoria de la Comisión Negociadora, que también, sino porque ni siquiera Correos ha presentado un borrador de propuesta de calendario laboral 2022, convirtiendo la mesa negocial en una tertulia.
CCOO y UGT denuncian el paripé en que Serrano ha convertido la negociación del Calendario Laboral en Correos, y no solo por saltarse los artículos 18 y 54 del Convenio Colectivo que obligan a negociar el calendario laboral dentro del último trimestre, sino, sobre todo, porque la empresa se dedica el resto del año a cambiar, de tapadillo y a escondidas, horarios, turnos, distribución de jornada, a negar o dificultar permisos y asuntos propios, a incumplir el mandato legal de aplicación del teletrabajo como instrumento de conciliación de la vida familiar y laboral (lo han aplicado para vaciar/vender edificios con la excusa de reducir costes, desplazando obligatoriamente a cientos de personas), y a pasarse por el arco de triunfo la supresión del turno obligatorio de sábados y su cobertura con voluntarios a 7,54 € la hora.
CCOO y UGT han remitido una carta al aún presidente Serrano exigiendo que se convoque de manera inmediata la Mesa de Negociación para proceder a negociar, en serio, el Calendario laboral, que lleva “congelado” 10 años, desde la firma del último Convenio Colectivo y Acuerdo funcionarial. Lo recogido en estas normas viene sufriendo una desregulación permanente, por la vía de los hechos, con la aplicación de medidas unilaterales e ilegales por parte de la empresa, a la que ambos sindicatos estamos contestando, acudiendo al amparo de la Inspección de Trabajo y los Tribunales, frenando muchas de ellas. Todos sabemos, las OOSS también, que un calendario no debe ser una foto fija para siempre, y también sabemos que la negociación es el cauce democrático para que, sindicatos y empresa, lleguemos a un acuerdo que equilibre los derechos de los trabajadores/as y las necesidades de gestión de la empresa.
Es lo que se viene llamando democracia empresarial y que cualquier progresista entendería, salvo Serrano que, evidentemente, hoy, no lo es y que, con su estilo Bolsonaro de gestión está provocando, además del destrozo postal, un serio desgaste al partido que lo sustenta. Los postalones saben distinguir entre quien, siendo progresista, aprecia lo público y quien, siendo un Bolsonaro camuflado, irradia un profundo desprecio. No hace falta ser adivino para saber en que “cubilete” hay que colocar a Serrano. En resumen, que nos tememos que, de nuevo, nos veremos con este señor en la Audiencia Nacional.
PORQUE LO SUYO VA DE DESGUACE Y DESREGULACIÓN,
CCOO Y UGT INICIAMOS LA SEGUNDA FASE DE LA MOVILIZACIÓN