La reunión convocada por Correos el 13 de diciembre marcó el inicio de una negociación clave para el futuro laboral de su plantilla, pero el enfoque dejó mucho que desear. Sin documentos formales y con un discurso cargado de recriminaciones, la dirección intentó imponer su visión de una situación crítica que ellos mismos reconocen.
UGT dejó claro que no aceptará un proceso lleno de “trampas ni cartón”. La dirección presentó propuestas como salidas voluntarias a partir de los 63 años, reducción de contratos temporales, un calendario de trabajo más flexible y nuevas fórmulas de incentivos individuales basadas en el rendimiento. Sin embargo, estas ideas no pueden imponerse desde el miedo ni a la costa de los derechos laborales.
Es imprescindible que Correos respete a los sindicatos como interlocutores válidos y que esta negociación se realice con responsabilidad y credibilidad. Adaptar el Convenio a los retos actuales es un objetivo compartido, pero no a cualquier precio. UGT velará por que esta negociación sea un proceso justo, donde primen los intereses de todos y todas las trabajadoras.
Desde UGT instamos a que esta oportunidad se aproveche para reconstruir la confianza y avanzar hacia un acuerdo que beneficie tanto a la empresa como a su valiosa plantilla.