Con motivo de esta jornada UGT reclama crear la figura del Delegado o Delegada de Medio Ambiente en las empresas y potenciar Comités específicos para impulsar la información y formación ambiental.
La negociación colectiva es esencial para la promoción de la formación y la capacitación de las personas trabajadoras en materia ambiental y para conseguir que la transición ecológica se realice bajo los principios de la transición justa. Por eso, UGT demanda incorporar los aspectos medioambientales en los convenios, mediante clausulas específicas, y potenciar la creación de la figura del Delegado o Delegada de Medio Ambiente y de los Comités de Medio Ambiente.
La lucha contra la emergencia climática, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y la generación de residuos, además de tener un fuerte impacto en nuestra sociedad, van a transformar profundamente el mercado laboral en los próximos años. Ello requiere impulsar la formación masiva en materia ambiental y la recualificación de las personas trabajadoras. Esta transición ecológica tiene que aprovecharse como una oportunidad para crear empleos verdes y de calidad en todos los sectores productivos.
El sindicato, con motivo del Día de la Educación Ambiental, felicita a todas las personas trabajadoras dedicadas a la educación ambiental y demanda potenciar la figura del educador o educadora ambiental, avanzando en la profesionalización del sector, en dotarles de una formación sólida con contenidos adecuados y en conseguir el reconocimiento social y laboral que merecen.
Una celebración que se remonta a 1975
En 1975 tuvo lugar, en Belgrado, el Simposio Internacional sobre Educación Ambiental donde se publicó, en el marco de los programas de Naciones Unidas, la Carta de Belgrado que refleja los principios y los requisitos básicos de la educación ambiental. El objetivo es concienciar a la población mundial sobre la necesidad de preservar el medio ambiente y que haya un compromiso individual y colectivo.
El movimiento sindical es fundamental en esta tarea tal y como recogió, en 1992, la Cumbre Mundial de Río de Janeiro que establece que: “los trabajadores y sus representantes deberían tener derecho a que se les impartiera suficiente capacitación para incrementar su conciencia ambiental, proteger su salud y velar por su seguridad y mejorar su bienestar económico y social. La capacitación debería proporcionarles los conocimientos necesarios para fomentar modos de vida sostenibles y mejorar el medio laboral. Los trabajadores y sus representantes deberían participar en la formulación y ejecución de los programas de capacitación para los trabajadores organizados por los patronos y los gobiernos”.