El Gobierno recientemente ha aprobado un Plan Nacional contra el Radón. Este Plan recoge las estrategias establecidas y las actividades a desarrollar por las diferentes administraciones públicas con el fin de reducir el riesgo para la salud de la población por exposición al radón.
¿QUÉ ES EL RADÓN?
El radón es un isótopo radiactivo perteneciente al grupo de los gases nobles, incoloro, inodoro y moderadamente soluble en el agua y otros líquidos. El radón se produce como consecuencia de la desintegración del radio, elemento de la serie del uranio, que está presente de forma natural en rocas y suelos. Desde el subsuelo, este gas puede migrar al aire interior de viviendas y edificios, en los cuales tiende a acumularse.
EFECTOS DEL RADÓN EN LAS PERSONAS
Los descendientes de vida corta del radón tienden a adherirse a las partículas en suspensión en el aire, que al ser inhaladas quedan retenidas en diferentes tramos del aparato respiratorio. La mayor contribución a la dosis de radiación lo producen las partículas alfa que impactan en las células del epitelio pulmonar, pudiendo producir alteraciones moleculares y finalmente cáncer de pulmón. El radón es la fuente más importante de radiación ionizante a la que se encuentra expuesta la población general.
Existe abundante evidencia científica que demuestra la asociación entre la exposición a radón en ambientes interiores y el cáncer de pulmón. El radón está reconocido como agente carcinógeno humano de categoría 1, lo que asociado al hecho de que un número significativo del actual parque de edificios presenta concentraciones elevadas de este gas, hace que la exposición al radón se considere como un problema para la salud pública. El radón representa la segunda causa más importante de cáncer de pulmón, después del tabaco, y la primera en no fumadores.
Al aire libre el radón se diluye rápidamente, presentando concentraciones medias muy bajas (entre 5 Bq/m3 y 15 Bq/m3) que no suelen representar problemas de salud. En cambio, en espacios cerrados y poco ventilados, las concentraciones de radón son más elevadas. En edificios (como viviendas, escuelas y oficinas), las concentraciones de radón varían de menos de 10 Bq/m3 hasta más de 10.000 Bq/m3.
Las viviendas antiguas o aquellas con deficiencias constructivas tienen una mayor probabilidad de presentar elevadas concentraciones de radón en el interior de las mismas, debido generalmente a un peor aislamiento del terreno.
Otra fuente emisora de radón son algunos materiales empleados en la construcción. En el Anexo VI del Real Decreto 1029/2022 aparece un lista detallada de estos materiales.
La utilización de aguas subterráneas para el uso doméstico procedentes de pozos o manantiales, en aquellas zonas donde exista una elevada concentración de radón, puede favorecer el aumento de concentración de radón en las viviendas.
NORMATIVA APLICABLE
El Real Decreto 1029/2022, de 20 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento sobre protección de la salud contra los riesgos derivados de la exposición a las radiaciones ionizantes, transpone parcialmente al ordenamiento jurídico español los requisitos relativos a varias directivas europeas que instan a los Estados Miembros a desarrollar planes de actuación con el objetivo último de reducir el riesgo de cáncer de pulmón atribuible a la exposición al radón.
En él se establecen límites de exposición y medidas preventivas a aplicar. De manera general, para las radiaciones ionizantes, indica:
- Se delimitarán y clasificarán todos los lugares de trabajo en los que exista la posibilidad de recibir dosis efectivas superiores a 1 mSv por año y establecerán las medidas de protección radiológica aplicables.
- Las medidas deberán adaptarse a la naturaleza de las instalaciones y de las fuentes, y a las condiciones y normas de trabajo, así como a la magnitud y naturaleza de los riesgos.
El Artículo 72 establece los niveles máximos de exposición al Radón:
- En recintos cerrados, 300 Bq/m3 promedio anual de concentración de radón en aire, en viviendas, edificios de acceso público o los lugares de trabajo.
- Para la exposición externa en recintos cerrados a la radiación gamma procedente de los materiales de construcción, 1 mSv por año, adicionalmente a la exposición externa al aire libre.
Cuando en un lugar de trabajo haya zonas con concentraciones de radón en aire que, en promedio anual, superen el nivel de referencia de 300 Bq/m3:
- El titular de la actividad laboral deberá tomar las medidas oportunas para reducir las concentraciones y/o la exposición al radón.
- Tras lo cual deberá revaluar el promedio anual de concentración de radón en aire en el lugar de trabajo.
ESTABLECIMIENTO DEL PLAN NACIONAL CONTRA EL RADÓN
El Plan Nacional contra el Radón recogerá las estrategias establecidas y las actividades a desarrollar por las diferentes administraciones públicas con el fin de reducir el riesgo para la salud de la población por exposición al radón. A este respecto, las Comunidades Autónomas y las entidades locales, en el ámbito de sus respectivas competencias y dentro del marco del Plan Nacional, podrán elaborar sus propios planes.
El Consejo de Seguridad Nuclear publicará, a partir de la mejor información disponible, una instrucción que contenga un listado de ámbito nacional de términos municipales en los que un número significativo de edificios supere el nivel de referencia (300 Bq/m3).
PLAN DE ACCIÓN NACIONAL
El Plan Nacional contra el Radón deberá preparar un plan de acción nacional destinado a hacer frente a los riesgos a largo plazo derivados de las exposiciones al radón, que contenga:
- Estrategia para realizar estudios de las concentraciones de radón.
- Criterios para elaborar indicadores específicos de situaciones con una exposición potencialmente elevada al radón.
- Identificación de lugares de trabajo y edificios con acceso público en los que se requieran la realización de medidas sobre la base de una evaluación del riesgo.
- Establecimiento de los niveles de referencia para viviendas y lugares de trabajo.
- Mecanismos de coordinación y recursos disponibles para poner en práctica el plan de acción.
- Estrategias para reducir la exposición al radón en viviendas.
- Estrategias que faciliten la ejecución de medidas correctoras con posterioridad a la construcción.
- Estrategias, incluidas las técnicas, para prevenir la entrada del radón en edificios
- Programación de las revisiones del plan de acción.
- Estrategias de comunicación para aumentar la concienciación pública e informar a los responsables locales de la toma de decisiones, a los empresarios y a las personas trabajadoras sobre los riesgos del radón.
- Orientación sobre los métodos y técnicas de medida y aplicación de medidas correctoras.
- Si procede, prestación de apoyo financiero para realizar campañas de medida de radón y para la aplicación de medidas correctoras, en particular para viviendas privadas con concentraciones de radón muy elevadas.
- Objetivos a largo plazo para reducir el riesgo de cáncer de pulmón atribuible a la exposición al radón (para fumadores y no fumadores).
- Cuando proceda, consideración de otros asuntos relacionados y de los programas correspondientes, como los programas de eficiencia energética y de la calidad del aire en recintos cerrados.
En el siguiente enlace se puede acceder al Plan Nacional contra el Radón completo (ver).