Resulta más que evidente que nunca que, más allá de la pura propaganda, no existe voluntad alguna de avanzar y de mejorar las condiciones laborales de la plantilla. Y sin condiciones laborales dignas, no hay servicio sanitario de calidad.
Por si esto fuera poco, Osakidetza no da la cara y sigue atrincherada detrás de una Mesa Sectorial sin contenido alguno que además, y a pesar de que incluso ha finalizado la emergencia sanitaria, se empeña en celebrar de manera telemática, escondiéndose tras una pantalla.
Recordemos que las recientes movilizaciones han reflejado un clamor, tanto de la plantilla como de la propia ciudadanía, que sin duda constituyen el mejor síntoma de la gravedad de la situación que atravesamos y de lo urgente que es poner en marcha soluciones inmediatas y de calado.
La Atención Primaria sigue soportando las consecuencias de un desmantelamiento que dura ya más de una década y que ha colocado a este nivel asistencial en una situación de desbordamiento sistemático, situación que en determinados periodos llega al colapso. Está en juego el futuro de la Primaria, sobre todo si tenemos en cuenta que, en los próximos años, si no se adoptan medidas urgentes, la situación va a empeorar debido al alto número de jubilaciones que se van a producir.
El resto de niveles asistenciales sufren también las consecuencias, en cascada, tanto de la situación de la Atención Primaria, como de las políticas de austeridad y de devaluación de las condiciones laborales que han constituido y constituyen el eje central de las políticas sanitarias del Gobierno Vasco.
Hoy podemos contextualiza con más claridad si cabe las manifestaciones propagandísticas de la Consejera Sagardui el día anterior a la primera de las jornadas de huelga, que pretendían, claro está, desactivar la movilización. Recordemos que utilizó un acuerdo que debía haber cumplido el 31 de diciembre pasado para hacer propaganda cuando señaló que se iban a destinar más de 300 millones de euros a una nueva convocatoria de Desarrollo Profesional,
Anuncio al que añadió que “es el momento de la recuperación y el diálogo”. Transcurrido casi un mes desde aquellas palabras, sigue sin cumplirse ni una cosa ni la otra, ya que ni se ha hecho la convocatoria anunciada a bombo y platillo, ni existe diálogo ni recuperación alguna.
A la vista está que la movilización es la única herramienta que logra mover mínimamente a Osakidetza ya que, en la medida que la intensidad de las mismas decae, la respuesta es el más absoluto inmovilismo.
Hemos denunciado de manera reiterada que la Mesa Sectorial se ha convertido en una vía muerta, que es utilizada por Osakidetza como acto de propaganda. Es por ello que, el pasado 9 de marzo, convocamos a Osakidetza a una reunión en el CRL, en un intento de celebrar una “mesa cero” en la que al menos se pactase una metodología de negociación para poder afrontar de manera digna la negociación de las urgentes medidas que se deben tomar. Osakidetza no asistió a dicha reunión.
El hartazgo de la plantilla queda reflejado con claridad, tanto en el masivo seguimiento de las movilizaciones convocadas, como en los diferentes conflictos abiertos: Atención Primaria, CVTTH, Hospital Urduliz, Urgencias Pediátricas de Txagorritxu, Urgencias de Cruces, Urgencias del Hospital Santiago, Mantenimiento del Hospital Donostia, Red de Salud Mental de Bizkaia, cocina de la Red de Salud Mental de Araba, Mantenimiento del Hospital de Cruces, Cirugía Cardiaca de Basurto y así un largo etcétera. Estamos ante conflictos que llevan meses e incluso años abiertos en los cuales, en muchos casos, se han secundado ya varias jornadas de huelga. Sin embargo, no existe, por parte de Osakidetza, ninguna intención de solucionarlos.
En este contexto, los sindicatos SATSE, ELA, LAB, CCOO y UGT y ESK hemos decidido convocar dos nuevas jornadas de huelga en Osakidetza:
• El 8 de abril en toda la Atención Primaria.
• El 16 de mayo, en toda la red de hospitales y en salud mental.
Paralelamente, en el Centro Vasco de Transfusiones y Tejidos Humanos, colectivo que ya ha secundado dos jornadas de huelga, vamos a convocar cuatro jornadas de huelga entre el 19 y el 22 de abril. Tampoco en este caso se ha dado paso alguno para atender las reivindicaciones de la plantilla.
Una vez más, hacemos un llamamiento a la negociación. Volvemos a emplazar a la otra parte a negociar para buscar soluciones y reconducir la situación. Pero también advertimos a Osakidetza que no vamos a tolerar chantajes ni actos propagandísticos. Exigimos una negociación real y con contenidos que fructifique en soluciones y mejoras concretas. Si no se dan pasos en ese sentido, no volveremos a participar en la Mesa Sectorial y continuaremos con las movilizaciones.