Desde UGT defendemos que el incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en los Servicios Públicos es una medida necesaria para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y la estabilidad de los sectores más feminizados del país. La subida del SMI en estos sectores, como la enseñanza privada, la dependencia y otras áreas de los servicios públicos, es un paso importante para disminuir la brecha salarial entre hombres y mujeres y reducir la pobreza en el trabajo.
La salud salarial de los convenios de nuestros sectores es buena, pero hay que seguir trabajando para llegar a cero convenios afectados por el SMI. La subida del salario mínimo no solo mejora la calidad de vida de los trabajadores, sino que también mejora el servicio que se presta a la ciudadanía.
El aumento del SMI en los servicios públicos beneficia a 679.680 trabajadoras y trabajadores de 11 convenios de enseñanza privada, así como a 300.000 trabajadoras de la Dependencia. En sectores muy feminizados, el incremento medio en los convenios afectados será de 64 euros, ayudando a disminuir la brecha salarial entre sexos.
La subida del SMI es una medida justa y necesaria para crear mayor justicia social y erradicar el concepto de “trabajador pobre”. Desde UGT seguiremos luchando por la dignificación de las condiciones laborales de los trabajadores de los servicios públicos y por la mejora de los servicios que se prestan a la ciudadanía.
