Desde UGT Anbulantziak nos desmarcamos de los sabotajes a vehículos de emergencias. Dicho esto, con la información de la que disponemos, entendemos que el lamentable fallecimiento de esta mujer y los sabotajes sufridos por las ambulancias son dos noticias coincidentes en el tiempo pero no relacionadas entre sí. En primer lugar, nos gustaría enviar nuestro más sentido pésame a la familia.
Estamos viviendo momentos de crispación enmarcados en un período de huelga, de la que son culpables tanto el Gobierno Vasco por tener un servicio de emergencias infradimesionado (somos la segunda comunidad autónoma quitando Ceuta y Melilla con menor número de ambulancias por cada 100.000 habitantes) como la empresa, que mantiene parte de esas ambulancias inoperativas muchos días, por falta de personal.
La patronal tiene bloqueada la mesa de negociación desde hace dos años, y a pesar de que el Gobierno Vasco le ha subido el presupuesto un 30%, sigue ofreciendo una subida salarial de un 2,5% a la plantilla, que arrastra una perdida de poder adquisitivo de más del 16%.
