En Santa Marina, vivimos una situación límite. El servicio de Urgencias, que atiende a más de 7.125 pacientes al año y es el único especializado en geriatría de todo el Estado, está en riesgo por una gestión que ignora las necesidades reales de plantilla y ciudadanía. Hablamos de una plantilla infradimensionada, hablamos de una población vulnerable: personas mayores, con enfermedades crónicas y necesidades paliativas que reciben la atención que se merecen.
Mientras la demanda crece un 25% en los últimos años, la plantilla médica sigue congelada. No hay refuerzos pese a que cubrimos noches sin médicos de guardia y asumimos una carga extra por bajas, permisos y reducciones. Esto obliga a los profesionales a jornadas extenuantes y está provocando una fuga de profesionales hacia centros con condiciones más dignas.
Por otro lado, también se niega compensar las horas adicionales como extra a partir de 2025, vulnerando de esta manera los acuerdos de Osakidetza. ¿Cómo esperan mantener la calidad de un servicio que los pacientes valoran como el mejor de todo Osakidetza?
La situación es crítica, sin medidas inmediatas, nos enfrentaremos a la desaparición del servicio en Navidad ,un momento de alta demanda por virus como la gripe y el COVID.
Exigimos soluciones ya. ¡Defendamos Santa Marina!