UGT denuncia que las retribuciones básicas de los docentes mantienen desequilibrios territoriales de más de 500 euros

Las diferencias salariales de los docentes en las distintas comunidades autónomas siguen superando los 526 euros de media, y llegan a 690 euros en el caso de los profesores técnicos de Formación Profesional (PTFP), según un estudio del Sector de Enseñanza de UGT Servicios Públicos. Este cálculo solo tiene en cuenta las retribuciones iniciales, y no las derivadas de la antigüedad, la función desempeñada o la existencia en algunas CC. AA. de una carrera horizontal.

Los docentes mejor remunerados continúan siendo los de Euskadi, seguidos de los de Castilla-La Mancha y Cantabria. Por el contrario, los salarios más bajos corresponden a los de Aragón –incluso aplicando la subida del 2,5% prevista para marzo-, Cataluña- que tampoco ha materializado esa subida-, Extremadura y Comunidad Valenciana. El caso de estas CC. AA. situadas en la parte más baja de la tabla salarial pone de manifiesto la necesidad urgente de una regularización que palie el desequilibrio retributivo arrastrado desde hace años.

Para 2023, las retribuciones docentes anotan la subida del 2,5% contemplada en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y las previstas en las leyes de presupuestos generales de cada una de las CC. AA., así como la subida aplicada en 2022 fruto de la firma del Acuerdo marco para la Administración del siglo XXI, suscrito en octubre de 2022 entre el Gobierno, UGT y otros sindicatos, que prevé entre 2022 y 2024 una subida mínima del 8% y una máxima del 9,5%. No obstante, algunas comunidades autónomas aún no han aplicado la subida correspondiente.

Para UGT, resulta urgente equilibrar estas diferencias salariales entre territorios, puesto que un mismo desempeño profesional debe ir acompañado de las mismas o similares retribuciones, habida cuenta del carácter estatal de los cuerpos docentes.

Comunidades con un elevado coste de vida, como puede ser el caso de Cataluña, cuentan con uno de los salarios docentes más devaluados como consecuencia de la falta de aprobación de sus presupuestos, al contrario que Madrid, que sí ha previsto aplicar la subida aprobada en los PGE. Esto supone que una maestra o un maestro de Primaria cobre en Cataluña en torno a 450 euros menos (unos 400 con la subida incluida), unos 570 euros en el caso de una profesora o profesor de Secundaria o casi 700 euros si imparten Formación Profesional (unos 505 euros y 525 euros, respectivamente, una vez se aplique la subida), que un docente de Euskadi.

Las nóminas de los docentes de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, así como las relativas a los de Canarias e Islas Baleares, son significativamente superiores, y no comparables en conceptos comunes a las del resto de comunidades, por cuanto añaden el complemento de residencia, dada su peculiaridad geográfica. Este complemento supone en 2023 un aumento de 762 euros en las retribuciones de los maestros y profesores técnicos de FP de Ceuta y Melilla, y de 1.023 en las de los de Secundaria.

La evolución de los salarios se ha caracterizado en los últimos 12 años por la progresiva pérdida de poder adquisitivo de las y los docentes, fruto de los recortes, la congelación salarial y la parálisis presupuestaria. Esa tendencia se rompió en 2019 con el incremento retributivo derivado de la firma del Acuerdo para la mejora del empleo público, suscrito por UGT, que permitió un incremento retributivo del 2,25% fijo, más un 0,25% adicional, y al que se añadieron la subida del 0,9% en 2021 y el incremento del 2% previsto para 2022. A ello hay que añadir que el Acuerdo marco para la Administración del siglo XXI firmado en octubre de 2022 prevé hasta 2024 una subida entre un 8% mínimo y un 9,5 máximo, repartido entre un 1,5% adicional con efecto 1 de enero de 2022, un fijo de 2,5% con un 1% adicional durante 2023 y un 2% fijo, más un 0,5% adicional, en 2024.

A juicio de UGT, es imprescindible incentivar a las y los docentes para validar y reconocer su profesión y poder recuperar el poder adquisitivo perdido en la última década. Más todavía si se tienen en cuenta el aumento y la diversificación en la carga de responsabilidades que ha tenido este colectivo como consecuencia de la pandemia de COVID-19.

Nuestro sindicato seguirá insistiendo en la necesidad de cuidar a nuestros docentes para mejorar la calidad de la educación, y no cabe duda de que una forma de hacerlo es impulsar la motivación y el reconocimiento ofreciendo un salario en consonancia con la responsabilidad y dedicación asumidas. Por ello, exigimos al Gobierno y a las Administraciones autonómicas la recuperación del poder adquisitivo de los salarios docentes y un mayor equilibrio entre las retribuciones de los territorios, así como la reversión de los recortes educativos, la reducción del horario lectivo del profesorado y la implantación de una promoción profesional adecuada, tanto en lo que atañe a las retribuciones como a los requisitos para su desarrollo y reconocimiento.

UGT considera que es difícil querer retener al profesorado y hacer atractiva una profesión con tantos cometidos y tal carga de compromisos y responsabilidades si no existe al mismo tiempo una correlación y un reconocimiento con las retribuciones que los docentes perciben. Si queremos las y los mejores docentes, para nuestro alumnado y para nuestro país, necesitamos que maestras y maestros, profesoras y profesores, reciban un salario acorde a su formación continua, su dedicación y su responsabilidad en la tarea de educar a los futuros ciudadanos de nuestra sociedad.

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