El sindicato tilda de intolerable que con 200 aprobados de 2.951 apuntados, un 6,34%, la Administración no oferte la posibilidad de acreditar perfiles durante el proceso de estabilización.
UGT se reafirma en sus conclusiones sobre el fracaso absoluto que supone el modelo de aprendizaje elaborado por la Administración Vasca, tras conocer los resultados definitivos de las pruebas, escritas y orales, del Instituto Vasco de Administración Pública (IVAP) para lograr alguno de los cuatro perfiles imprescindibles para trabajar en la administración vasca. Para los responsables de UGT «las polémicas que surgen como el Guadiana», a las que hace referencia el Consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria, asoman precisamente por que lo que está en juego, son los puestos de trabajo de cientos de personas que trabajan en las administraciones vascas que pueden perder su trabajo por no acreditar el nivel suficiente de euskera a pesar de tener experiencia de sobra.
El pésimo resultado de las pruebas el Instituto Vasco de Administración Pública (IVAP) que se ha saldado con tan solo 200 probados de los 2.951 apuntados, viene a confirmar la postura de UGT que exige habilitar unos plazos superiores de acreditación y traslada la necesidad de posibilitar que los empleados públicos puedan acreditar dichos perfiles durante el proceso de estabilización, tal y como se hace en otras ofertas públicas. En este sentido, cabe recordar de que se trata de la mayor OPE de los últimos 20 años, siendo el Gobierno Vasco, la única administración que no oferta esa posibilidad.
Los responsables de UGT recuerdan además que la Administración debe hacer una profunda reflexión sobre la problemática del euskera y su exigencia en las Administraciones Públicas, máxime atendiendo a las cifras publicadas hoy por IVAP en relación al volumen y porcentajes de personas presentadas a pruebas de acreditación y los aprobados que se han verificado el presente año.
UGT insiste en que el Gobierno Vasco no puede seguir impasible, debe asumir su responsabilidad y actuar, en consecuencia, ajustando sus niveles de exigencia a la terca realidad socio-lingüística de nuestro entorno, y consensuar un verdadero pacto por el euskera que ofrezca soluciones viables.
