UGT Servicios Públicos remite una carta al Gobierno pidiendo más inversión y trabajo decente en los sectores de los cuidados

Más inversión y trabajo decente para las personas trabajadoras de los sectores de los cuidados 

Con motivo del Día de Acción Mundial sobre los Cuidados, que se celebra el  jueves, 29 de octubre, UGT Servicios Públicos se ha unido a la campaña  promovida por las internacionales sindicales mundial y europea (ISP) y (EPSU)  respectivamente, para poner en valor el trabajo de las cuidadoras y cuidadores.  

En varias cartas remitidas a los ministerios de Sanidad, Educación, Derechos  Sociales y a la propia Presidencia del Gobierno, el sindicato reclama una  financiación adecuada de la asistencia social pública y protección suficiente a las  trabajadoras y trabajadores de los sectores de los cuidados.  

Tal como recoge el texto de la carta “La pandemia de la Covid-19 pone de manifiesto el lugar central que ocupan los cuidados en nuestras vidas” sin  embargo, señala “Millones de trabajadoras y trabajadores siguen prestando  servicios de salud pública y de cuidado, en las circunstancias más difíciles,  mientras el mundo sigue atravesando la devastadora crisis sanitaria y  socioeconómica causada por la pandemia. La vida laboral de las trabajadoras y  trabajadores de los cuidados se caracteriza por las largas jornadas de trabajo, la  falta de acceso a equipos de protección individual (EPI) y otras medidas de salud y  seguridad, el agotamiento físico, emocional y mental, las malas condiciones de  trabajo, los bajos salarios y el acceso desigual a las vacunas”  

UGT Servicios Públicos insta al Ejecutivo a invertir en servicios de salud y de  cuidados públicos de calidad y de acceso universal –incluida la salud mental, la  atención infantil y la educación de la primera infancia, el cuidado de ancianos y  otros servicios de asistencia social-. Se podrían garantizar así la creación de  cientos de miles de puestos de trabajo. La organización sindical pide, entre otras  aspectos, garantizar unos salarios adecuados; condiciones decentes y acabar con  las brechas de género; formación, salud y seguridad en el trabajo; garantía de  equidad y no discriminación en la contratación y en las oportunidades de  promoción.  

En definitiva esperan que, tras el Covid-19, entre las lecciones aprendidas se  encuentre la atención a las necesidades reales de las ciudadanía y “Pasar del  enfoque de la “economía de los cuidados”, que ha contribuido a la mercantilización de los mismos, a la “reconstrucción de la organización social de los cuidados, en la  que las necesidades y el trabajo de cuidados no se consideren simplemente  cuestiones económicas, sino derechos humanos que los gobiernos tienen el deber  de promocionar y salvaguardar”. 

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