- Todos los presidentes de las grandes empresas públicas del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana comparecen en el Congreso de los Diputados para dar cuenta de su gestión, menos el presidente de Correos, escapándose del control parlamentario en el Congreso de los Diputados.
- Hasta tres grupos parlamentarios han solicitado su comparecencia para que dé cuenta de su gestión del servicio público de Correos.
- CCOO y UGT aseveran que el presidente de Correos no quiere dar cuenta de su nefasta gestión en Correos dónde ha recortado la plantilla media en más de 7.000 empleos, ha rebajado las condiciones laborales de los trabajadores/as y ha empeorado el servicio público que presta a la ciudadanía.
- Una gestión por la que cobra 200 mil € al año y que debería obligarle a comparecer ante la soberanía popular
Con motivo de la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado para el año 2022, todos los presidentes de las grandes empresas públicas del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana comparecen en el Congreso de los Diputados para dar cuenta de su gestión -como RENFE, AENA ADIF, PUERTOS DEL ESTADO y ENAIRE-, todos ellos/as menos el señor Serrano, presidente de Correos, que, una vez más, se ha negado a comparecer y ha vuelto a esconderse por tercer año consecutivo, escapándose del control parlamentario del Congreso de los Diputados.
Este año hasta tres grupos parlamentarios (Grupo Popular, Grupo Ciudadanos y el Grupo Plural) han vuelto a solicitar sin éxito su comparecencia en las comisiones parlamentarias sobre los Presupuestos Generales del Estado. Para CCOO y UGT el presidente de Correos tiene mucho que ocultar, y por eso se niega a comparecer para dar cuenta de su nefasta gestión al frente de la empresa pública, que desde que asumió su dirección ha perdido cerca de 500 millones de euros, ha recortado la plantilla media en más de 7.000 personas y ha rebajado las condiciones laborales de los trabajadores/as de la empresa, provocando una notable disminución de la calidad del servicio postal que presta Correos.
Todo ello mientras su presidente, el Señor Serrano, cobra uno de los sueldos más altos de toda la Administración del Estado y de sus empresas públicas, cerca de 200.000 euros al año, que deberían incluir la obligación de dar la cara al menos de vez en cuando ante los grupos parlamentarios que representan la soberanía popular.
UGT y CCOO denuncian que, si el Gobierno no remedia esta situación, Correos, la mayor empresa pública de este país y con más de 300 años de historia, corre el riesgo de desaparecer como un servicio público esencial y de perder miles de puestos de trabajo.