Urge mejorar la declaración de las enfermedades profesionales

Los datos de enfermedades profesionales y enfermedades causadas o agravadas por el trabajo, publicados por el Observatorio de Enfermedades Profesionales (CEPROSS) y de Enfermedades Causadas o Agravadas por el trabajo (PANOTRATSS), señalan que en el año 2021 se declararon únicamente 20.381 enfermedades profesionales, un dato claramente insuficiente que no alcanza ni siquiera a las registradas antes de la pandemia, situándose en niveles de 2016


La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores denuncia esta clara infradeclaración de las enfermedades profesionales y, por ello, reclama establecer la periodicidad para actualizar el Listado de Enfermedades Profesionales Español y una mejora en el sistema de notificación y registro que permitan hacer aflorar todas las enfermedades profesionales ocultas. Esta elevada infradeclaración supone un alto coste, no solo para los trabajadores y trabajadoras que las sufren, los cuales se ven privados tanto del reconocimiento social como en términos de prestaciones, sino también para el sistema público de salud, al cual se derivan los costes que deberían ser asumidos por las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social.

Para el sindicato, llama poderosamente la atención la escasa declaración de los casos de muerte por enfermedad profesional, así como de los casos de cánceres de origen profesional. Durante 2021, únicamente se han registrado la muerte de 2 trabajadores por enfermedades profesionales y 311 pensionistas de incapacidad permanente derivada de una enfermedad profesional. Ante esto, desde UGT pedimos que se elabore un registro público en el que se recojan las muertes registradas por enfermedad profesional desde 2007, semejante a las estadísticas de Accidentes de Trabajo elaboradas por el Ministerio de Empleo y Economía Social.

Por otro lado, únicamente se han reconocido 49 enfermedades causadas por agentes cancerígenos, de las que 25 fueron causadas por el amianto. En España se estima que unas 40.000 personas han muerto por la exposición al amianto, y otras 40.000 morirán en las próximas décadas. Es evidente que el sistema no funciona como debería y muchas personas trabajadoras quedan desprotegidas y además no reciben la prestación que deberían.

Propuestas para la futura Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo

Para UGT, es también imprescindible que se modifique el concepto de enfermedad profesional, con el fin de que una enfermedad se considere como profesional cuando la causa prevalente de la misma sea el trabajo, no siendo necesario que el trabajo sea la causa exclusiva como es actualmente. Esto es debido a que muchas patologías tienen un origen multicausal, como es el cáncer de origen laboral y las enfermedades cardiovasculares. 

Además, el sindicato demanda la implantación de un programa nacional de vigilancia sanitaria específica para los trabajadores expuestos a Sílice, similar al que hay para el amianto, y la creación de un registro de empresas con riesgo de exposición a la sílice cómo fórmula idónea para localizar actividades e identificar a trabajadores expuestos.

UGT ya ha presentado estas propuestas en la mesa de negociación de la futura Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo, en la que también hemos planteado que promueva la prevención del cáncer de origen profesional, con especial atención al amianto, al polvo respirable de sílice cristalina y el polvo de madera como agentes causantes de enfermedad. El radón también debería tener un apartado importante, ya que venimos denunciando que 4 años después la directiva de radiaciones ionizantes sigue sin trasponerse a nuestro ordenamiento jurídico.

Es imprescindible atajar el problema de la salud mental

UGT considera fundamental atajar el problema actual de la salud mental en el trabajo, con la inclusión de las patologías relacionadas con los riesgos psicosociales en el Cuadro Español de EEPP, siguiendo la estela de la OIT, que ya en su lista de 2010 incluyó los trastornos mentales o del comportamiento, aunque de esto ya han pasado 12 años. En nuestro país, en 2021 únicamente se han reconocido como contingencia profesional 72 casos de desórdenes mentales, tratándose como accidentes de trabajo, y no como enfermedad profesional. 

Asimismo, es necesario que se incluya la COVID-19 en dicho listado de enfermedades profesionales para proteger a las personas trabajadoras expuestas al contagio, siguiendo lo establecido en el Marco Estratégico Europeo de Seguridad y Salud en el Trabajo 2021-2027.


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