El primer convenio de residencias de Araba es un acuerdo decepcionante tras años de lucha, con un resultado final que deja mucho que desear. UGT ha decidido no firmar, porque este texto consolida la pérdida de oportunidades reales de mejora que existían hace meses.
Tras más de 7 años de lucha y una situación insostenible, Araba cuenta por fin con su primer convenio sectorial. Aunque es motivo de celebración porque por fin, tal y como siempre ha defendido UGT, hay un convenio provincial, es necesario analizar cómo se ha llegado hasta aquí y qué se ha conseguido realmente.
Puntos clave del acuerdo y la negociación:
Un retraso injustificado: El sindicato mayoritario ha mantenido el sector bloqueado artificialmente para beneficio propio (aumentar afiliación y caja de resistencia), retrasando un acuerdo que podría haberse firmado hace meses.
Resultados muy lejos de las promesas:
- Lo que prometían: Reducir 200 horas de jornada y subir 500€ en 2 años.
- Lo que se ha firmado: Reducir 100 horas en 4 años y subir 340€ en 5 años.
- La realidad: Se ha conseguido menos de lo que UGT propuso hace tiempo y con plazos mucho más largos.
Oportunidades perdidas:
UGT planteó objetivos realistas para un primer convenio hace muchas reuniones, pero fueron ignorados para prolongar el conflicto por parte del sindicato mayoritario de este sector. El acuerdo actual llega tarde y con condiciones inferiores a las que se pudieron pactar mucho antes.
Conclusión: Este convenio es solo un primer paso para igualar condiciones con Bizkaia y Gipuzkoa. Habrá que negociar un segundo convenio, y un tercero… y en UGT siempre vais a encontrar a un sindicato realista y negociador, que va a acompañaros en la consecución de unas mejores condiciones laborales.
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